En verano de 2017 me fui a vivir a Holanda para cumplir el sueño de trabajar como investigador en prácticas en la Agencia Espacial Europea. Fue durante ese verano, encima de la bici con la que tantos kilómetros pedaleé, cuando me di cuenta de que casi disfrutaba más hablando de ciencia que investigando.

Los científicos, aparte de investigar, tenemos que dar a conocer nuestro progreso al resto de la comunidad científica. Los divulgadores, en cambio, dan a conocer los progresos de la comunidad científica al público general. Siempre he sido introvertido y me daba miedo dar el salto de investigador a divulgador.

Durante este evento he insistido mucho a los estudiantes en que googleen. Ellos son la Generación Z, que ha nacido conectada al mundo a través de internet y tiene el gran potencial de poder acceder a cualquier conocimiento a golpe de click. Los millennials no nos quedamos atrás en el uso de internet, así que eso hice. Desde mi introversión, googleé: “¿Cómo ser divulgador científico?”

Una constante que se repetía en las muchas entradas que consulté fue la importancia de tener una cuenta de Twitter. Abrí una ventana a la comunidad de divulgadores científicos siguiendo a los más representativos, pero todavía no puse los pies dentro. Fue a través de esa ventana como descubrí “Somos Científicos”. Lo entendí como un evento de divulgación, me apunté y hasta que no fui seleccionado para participar no me di cuenta de que era un concurso.

No sabía lo que me iba a encontrar, pero el resultado superó con creces todas mis expectativas. Encontrarse a una juventud tan interesada en la ciencia y con una curiosidad tan grande por cada tema es muy gratificante y anima a cualquier divulgador a seguir dedicándose a esto, que en muchas ocasiones es puramente por amor al arte. Además, la velocidad y la síntesis que requerían las respuestas fue un ejercicio que me ha hecho sin duda mejor comunicador.

Quiero felicitar a todos los profesores por tener la iniciativa de acercar a los estudiantes al mundo real. Vuestra figura es importantísima durante nuestro aprendizaje. Un buen profesor puede ser la diferencia entre amar u odiar una asignatura, con el futuro profesional que eso conlleva. Si mantienen la curiosidad y las ganas, todos vuestros estudiantes van a tener un futuro brillante y una gran parte de ese éxito será gracias a vosotros, los profesores. Estad orgullosos, ¡enhorabuena!

El premio servirá para darle un empujón a un canal de YouTube que llevo tiempo madurando. El proyecto ya tiene nombre, ¿adivináis cuál?, ideas, guiones escritos y tomas por montar. Tiene también que compartir su tiempo con una tesis doctoral, así que la ventana de lanzamiento se abrirá en verano.

Antes de acabar, os animo a todos a seguir el ejemplo de Lucía, una chica que en el último chat de la Zona Escandio hizo nada menos que 95 preguntas que mostraban una originalidad y curiosidad increíble. El concurso ya ha acabado, pero tenéis internet a vuestra disposición. Que no se os quede ni una sola pregunta sin responder en la cabeza, por simple o absurda que os parezca. Aprenderéis muchísimo y seréis grandes científicos. ¡Googlead!

Creo sinceramente que he aprendido yo más de vosotros que vosotros con mis respuestas. Muchísimas gracias.

Jorge