Esta proteína ha sido ampliamente estudiada en el sistema nervioso, pero también se encuentra distribuida en musculo esquelético, corazón, pulmón, intestino e hígado. En el cerebro, mientras más activas estén las células más cantidad de proteína producen y esto genera más conexiones entre las distintas áreas del cerebro, es decir su capacidad de memoria aumenta. Cuando el cerebro funciona en automático (hacemos lo mismo siempre) no hay producción de esta proteína. Por tanto, ¡debemos ampliar nuestra memoria para mantenerla activa!.
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